Manuel Martínez

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Manuel Martínez: De la mano con los pobres más pobres

Cuando recibí mi tarjeta de residencia me puse a pensar en mi país, la situación que estaba atravesando, de ver noticias y oírlas, que nuestro pueblo no aguantaba más la crisis económica y los sistemas del gobierno que nunca estaban de acuerdo.

Fue así que viajé a Nicaragua, visité a mi familia y varios lugares pobres, donde observé que la gente estaba sufriendo y pasando hambre, miseria, pobreza y enfermedades por no tener los medios para sobrevivir, como es; el trabajo, salud y educación. Estos medios son importantes para un pueblo para no caer en pandillerismo, droga, robos, prostitución, alcohol y llegan hasta el crimen sin tomar en cuenta sus edades, como son niños, jóvenes, adultos, ancianos, y no ven color, tamaño, ni raza para hacer sus maldades sin medir las consecuencias que producen a miles de familias que están en otra posición económica y que los hacen sufrir con sus actitudes, y así, de esta manera sobreviven los pobres más pobres olvidados por la sociedad.

Al ver todo esto, me motivé y me dije: “Yo puedo hacer algo porque estoy en los Estados Unidos, donde hay riqueza, comida, y materiales para ayudar a esta clase de gente, sé que es difícil, pero no imposible. Dios me ayudará”.

Ayudemos sin odio, rencor, maldad, egoísmo, ni envidia a esta gente que nunca ha tenido nada, ellos no tienen la culpa de ser más pobres que nosotros y olvidados por la sociedad, que no saben el sufrimiento de ellos, sin embargo saben cómo viven, sin agua, sin luz, sin letrinas, y sus casas son de cortón, de zinc viejo, plástico y madera podrida, sujeto a enfermedades, infecciones por los diferentes insectos que los visitan a diario por su forma de vivir, sin higiene, no tienen trabajos, escuelas, salud ni transporte y los caminos para llegar a ellos son tan malos que se hacen difícil para llegar a ellos mismos.

Si nos unimos todos y tomamos la decisión de ayudarnos y cambiar su sistema de vida, podrán vivir un poquito mejor y tendremos en el futuro una generación diferente que sabrán respetar y conducirse mejor hacia los demás y podrán defenderse de ora manera teniendo otra visión para vivir mejor y así se acabaran las pandillas, drogas, robos, prostitución y el crimen. El índice de alcohol y tabaco, porque de todos esos barrios salen las clases de vicios que estamos mencionando, porque son personas que no tienen educación y no respetan a nadie y toman esas actitudes por no tener los medios para vivir, ellos y sus familias, sufren, se desesperan y toman actitudes negativas en contra de los demás.

Yo sé que todos sabemos que nuestro país y Centroamérica, no tenemos riquezas económicas y por eso nuestros pueblos sufren de miseria, trabajo, salud, educación, transporte y otros más.

Por lo tanto no pueden ayudarlos pobres más pobres, porque no tienen presupuesto suficientes para cubrir sus compromisos prioritarios, como son la educación, salud, trabajo, transporte, carreteras, construcciones, agricultura, petróleo y otros. Nuestros países viven de los préstamos internacionales y ayudas brindadas de otros países que tienen muchas riquezas para aportar, como son; Brasil, España, Alemania, y los países árabes o sea Medio Oriente.

Por lo tanto somos países pobres que sus pueblos padecen de hambre y miseria y pasan necesidades por ser tan pobres.

Por lo tanto miro, creo y estoy seguro que nosotros unidos podemos hacer felices y mejor la vida de muchas familias pobres e infelices que viven en la miseria, que por falta de trabajo, educación, salud y lo más importante son los medios para sobrevivir.

Ayudemos poniendo un granito de arena y hacer mejor la vida de muchas familias que no tuvieron la dicha como nosotros de salir al país de las oportunidades los Estados Unidos de América y así en el futuro estas familias gozaran de un sistema de vida diferente, sé que Dios tocará el corazón de cada uno de nosotros para que ellos vivan un poquito mejor y podamos tener esta decisión para bien de todos y para todos.